sábado, 28 de noviembre de 2015

Actividad 2. Argumentación Lúdica




COMIC CEREBRO ADICTO




Éste es el enlace para compartir este cómic:

https://Pixton.com/mx/:jpgqqhv7

By: Kelly Camacho Santizo



lunes, 23 de noviembre de 2015

Eje 4 Actividad 1 “Lectura y escritura exploratoria”




EL CEREBRO ADICTO

Introducción:

El presente trabajo tiene como objetivo dar cumplimiento a la Actividad 1 Lectura y escritura exploratoria, correspondiente al Eje 4 .decidí elegir la lectura “El cerebro adicto”, que es una publicación de la periodista y divulgadora de la ciencia, Verónica Guerrero Mothelet, a través de la Revista de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. En este artículo se trata el grave problema de salud derivado de las Adicciones, partiendo de esto analizaremos el Impacto de las adicciones en funciones cerebrales, Conductas adictivas, Factores de riesgo, Prevención, Tratamiento y Recuperación.

Como muchos sabemos, el uso de cualquier estimulante (alcohol, tabaco, medicamentos legales, drogas ilícitas o sustancias de uso doméstico) es un problema social relativamente moderno, que tiene graves consecuencias en el cerebro pues su consumo modifica la química, estructura y el funcionamiento de dicho órgano. El término droga se utiliza para referirse a aquellas sustancias que provocan una alteración del estado de ánimo y son capaces de producir adicción.

“La adicción es una enfermedad que progresa por etapas”[1] y es ahora vista como una enfermedad que requiere de un tratamiento para su control, pues, el uso de estas sustancias acarrea problemas sociales e individuales, De alguna forma, todos estamos implicados, sabemos que a nuestro alrededor existen drogas. Muchas veces no se tienen los conocimientos suficientes al respecto, y como todo en la vida, la ignorancia lleva al error, pero el verdadero problema al que la sociedad moderna se enfrenta, no son las sustancias en sí, sino, el uso y abuso que de dichas sustancias se hacen, creando diariamente millones de drogadictos en todo el mundo.

El consumo de drogas afecta algunas zonas del cerebro como: el tallo cerebral, la corteza cerebral y el sistema límbico, además de todo lo anterior, se obstaculiza el sistema de comunicación e interfieren en el intercambio de información neuronal. Se explica que existen factores biológicos y ambientales, que pueden impactar en conductas adictivas, sin embargo, se apunta que personas proclives a conductas de riesgo o a la búsqueda de novedades pueden desarrollar conductas de abuso de sustancias.


Desarrollo





El cerebro y las drogas.

El cerebro humano[2] 



Es el órgano más complejo del cuerpo y regula las funciones básicas de su cuerpo; le permite interpretar y responder a todo lo que experimenta y moldea sus pensamientos, emociones y comportamientos.

El cerebro está compuesto por muchas partes que trabajan juntas como un equipo. Diferentes partes del cerebro son responsables de coordinar y llevar a cabo funciones específicas. Las drogas pueden alterar áreas importantes del cerebro que son necesarias para funciones vitales y pueden fomentar el abuso compulsivo de drogas que caracteriza a la adicción. Las áreas del cerebro afectadas por el abuso de drogas incluyen:

§     El tallo cerebral, que controla las funciones básicas vitales esenciales, como la frecuencia cardíaca, la respiración y el sueño.

§      La corteza cerebral, que se divide en áreas que controlan funciones específicas. Diferentes áreas procesan la información de nuestros sentidos, lo que nos permite ver, sentir, oír y saborear. La parte frontal de la corteza, llamada corteza frontal o cerebro anterior (prosencéfalo), es el centro del pensamiento del cerebro. Faculta nuestra capacidad de pensar, planificar, resolver problemas y tomar decisiones.

§      El sistema límbico, que contiene el circuito de recompensas del cerebro. Vincula una serie de estructuras cerebrales que controlan y regulan nuestra capacidad de sentir placer. El sentir placer nos motiva a repetir comportamientos que son fundamentales para nuestra existencia. El sistema límbico se activa mediante actividades vitales saludables, como por ejemplo comer y socializar—, pero también mediante las drogas adictivas. Además, el sistema límbico es el responsable de nuestra percepción de otras emociones, tanto positivas como negativas, lo que explica las propiedades de muchas drogas de alterar el humor.


Función de las drogas en el cerebro


Las drogas son sustancias químicas que afectan el cerebro al penetrar en su sistema de comunicación e interferir con la manera en que las neuronas normalmente envían, reciben y procesan la información. Algunas drogas, como la marihuana y la heroína, pueden activar las neuronas porque su estructura química imita la de un neurotransmisor natural. Esta similitud en la estructura “engaña” a los receptores y permite que las drogas se adhieran a las neuronas y las activen. Aunque estas drogas imitan a las sustancias químicas propias del cerebro, no activan las neuronas de la misma manera que lo hace un neurotransmisor natural, y conducen a mensajes anómalos que se transmiten a través de la red.  

Otras drogas, como las anfetaminas o la cocaína, pueden causar que las neuronas liberen cantidades inusualmente grandes de neurotransmisores naturales o pueden prevenir el reciclaje normal de estas sustancias químicas del cerebro. Esta alteración produce un mensaje amplificado en gran medida, que en última instancia interrumpe los canales de comunicación.

La mayoría de las drogas adictivas, directa o indirectamente, atacan al sistema de recompensas del cerebro, inundando el circuito con dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en las regiones del cerebro que regulan el movimiento, la emoción, la motivación y los sentimientos de placer. Cuando se activa a niveles normales, este sistema recompensa nuestros comportamientos naturales. Sin embargo, la sobrestimulación del sistema con drogas produce efectos de euforia, que refuerzan fuertemente el consumo—y le enseñan al usuario a repetirlo.

Nuestros cerebros están conectados para garantizar que repitamos las actividades vitales al asociar estas actividades con el placer o la recompensa. Cada vez que se activa este circuito de recompensa, el cerebro nota que está sucediendo algo importante que necesita recordar, y nos enseña a hacerlo una y otra vez sin pensar en ello. Debido a que las drogas adictivas estimulan el mismo circuito, aprendemos a abusar de las drogas de la misma manera.

Para el cerebro, la diferencia entre las recompensas normales y las recompensas producidas por las drogas se puede describir como la diferencia entre alguien que susurra al oído y alguien que grita con un micrófono. Así como rechazamos el volumen demasiado alto de una radio, el cerebro se ajusta a las oleadas abrumadoras de dopamina (y otros neurotransmisores), produciendo menos dopamina o disminuyendo el número de receptores que pueden recibir señales. Como resultado, el impacto de la dopamina sobre el circuito de recompensas del cerebro de una persona que abusa de las drogas puede llegar a ser anormalmente bajo, y se reduce la capacidad de esa persona de experimentar cualquier tipo de placer.

Así, una persona que abusa de las drogas eventualmente se siente aplacada, sin vida y deprimida, y es incapaz de disfrutar de las cosas que antes le resultaban placenteras. Ahora, la persona necesita seguir consumiendo drogas una y otra vez sólo para tratar de que la función de la dopamina regrese a la normalidad—, lo cual solo empeora el problema, como un círculo vicioso. Además, la persona a menudo tendrá que consumir cantidades mayores de la droga para conseguir el efecto deseado y que le es familiar que resulta, un fenómeno de la dopamina alta, conocido como tolerancia.

Conductas adictivas

Conductas adictivas Una conducta adictiva es la actividad observable, medible y a menudo patológica de un organismo, que representa su incapacidad de superar un hábito consistente en un deseo insaciable por una substancia o por la realización de ciertas acciones. La conducta adictiva incluye la dependencia excesiva, física y emocional, por el objeto del hábito en cantidades o frecuencias cada vez mayores

Factores de riesgo para las adicciones

"Toda la parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la conducta se desarrolla hasta los veintitantos años", explica la doctora Medina Mora.[3]

Factores Familiares: Es el ámbito en el que la persona crece y va desarrollando su personalidad y valores, a través de las experiencias que vive la persona.

Factores Sociales: Los valores predominantes, los estilos de vida y las creencias que el conjunto de la comunidad tenga acerca de las diversas adicciones.
Factores de los compañeros e iguales: En este sentido su papel como factor de riesgo y/o protección para las conductas adictivas.

Factores escolares: Junto con la familia, la escuela es uno de los primeros agentes socializadores desde la infancia temprana, y en ella los niños y adolescentes pasan gran parte del día.


Prevención



El consumo temprano de drogas aumenta las posibilidades de que una persona desarrolle una adicción. Recuerde, las drogas modifican el cerebro y esto puede llevar a la adicción y causar otros problemas graves. Por lo tanto, la prevención del consumo temprano de drogas o alcohol puede marcar una gran diferencia en la reducción de estos riesgos. Si podemos evitar que los jóvenes experimenten con drogas, podemos prevenir la drogadicción.

El riesgo del abuso de drogas aumenta en gran medida tiempos de transición. Para un adulto, un divorcio o la pérdida de un trabajo pueden llevar al abuso de drogas. Para un adolescente, los periodos de riesgo incluyen mudarse o cambiar de escuela.[4] En la adolescencia temprana, cuando los niños pasan de la primaria a la escuela media, se enfrentan a situaciones sociales y académicas nuevas y desafiantes. A menudo, durante este período, los niños están expuestos a sustancias que se prestan al abuso (como los cigarrillos y el alcohol) por primera vez. Cuando entran a la escuela secundaria, los adolescentes pueden enfrentarse a una mayor disponibilidad de drogas, al consumo de drogas por parte de adolescentes mayores o a actividades sociales donde el consumo es común.

Los estudios han demostrado que los programas basados en la investigación, como los que se describen en Cómo Prevenir el Uso de Drogas en los Niños y los Adolescentes: Una Guía con Base Científica para Padres, Educadores y Líderes de la Comunidad del NIDA, pueden reducir significativamente el consumo temprano de tabaco, alcohol y drogas ilícitas.[5]

Pero para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo".


Tratamiento y Recuperación de las Adicciones

La adicción es una enfermedad tratable. La investigación en la ciencia de la adicción y el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias ha permitido desarrollar intervenciones basadas en la evidencia que ayudan a las personas a dejar de abusar del consumo de drogas y reanudar una vida productiva.

No siempre, pero al igual que otras enfermedades crónicas, la adicción se puede tratar con éxito. El tratamiento les permite a las personas contrarrestar los efectos potentes y dañinos sobre el cerebro y el comportamiento y recuperar el control de sus vidas.

Existen diferentes tipos de medicamentos que pueden ser útiles en distintas etapas del tratamiento para ayudar a que un paciente deje de abusar de las drogas, continúe con el tratamiento y evite las recaídas.

Medicamentos utilizados para tratar la drogadicción:

Adicción al tabaco
·   Terapias de reemplazo de la nicotina (disponibles en los siguientes formatos: parche, inhalador, o chicle)
·         Bupropion
·         Vareniclina

Adicción a los opiáceos
·         Metadona
·         Buprenorfina                                           
·         Naltrexona

Adicción al alcohol y las drogas
·         Naltrexona
·         Disulfiram

·         Acamprosato



Existen también tratamientos conductuales que ayudan a que la persona participe en el tratamiento de trastornos provocados por el consumo de sustancias, modificando sus actitudes y comportamientos relacionados con el consumo de drogas y el aumento de sus habilidades para la vida, con el propósito de manejar circunstancias estresantes e indicios ambientales que podrían desencadenar una intensa ansia de drogas y dar lugar a otro ciclo de consumo compulsivo. Las terapias conductuales también pueden mejorar la eficacia de los medicamentos y ayudar a las personas a permanecer más tiempo en el tratamiento.


Conclusiones:


El consumo de drogas cada vez crece más, y al mismo tiempo el acceso a ellas es más fácil. Los jóvenes no tenemos noción del mañana, vivimos el presente. Muchos de nosotros nos iniciamos en una adicción sin tener en cuenta (quizás por falta de conocimiento, o inconciencia) los riesgos que ésta trae.

La mejor manera de combatir las adicciones son previniéndolas, concientizando a la sociedad del grave problema que traen consigo. Es importante tener claro que las adicciones son una enfermedad tratable, siempre y cuando la persona tenga la disposición de dejarse ayudar. Con respecto al papel que les toca a nuestros padres, profesores, amigos, creemos que, además de enseñarnos, deben aconsejarnos para no caer en las adicciones.

Reflexión


Elegí este tema porque las adicciones son un problema que no pasa de moda, si bien no solo le afecta a la persona que la padece sino a toda la sociedad. Antes había estudiado acerca de las adicciones pero de una manera superflua, es decir, solo las consecuencias que trae consigo, pero al leer el texto “El cerebro adicto”, de Verónica Guerrero Mothelet pude comprender como ingerir cualquier estimulante pueden alterar áreas importantes del cerebro que son necesarias para funciones vitales y pueden fomentar el abuso compulsivo de drogas que caracteriza a la adicción.

Para empezar a escribir este tema partí de los recursos proporcionados para Identificar las técnicas de lectoescritura para este curso y posteriormente de la lectura que elegí (“El cerebro adicto”, de Verónica Guerrero Mothelet), tales recursos fueron de mucha ayuda para la elaboración de este tema.

Bibliografía




[1]  Doctor Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA.
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Cerebro_humano
[3] http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/177/el-cerebro-adicto
4 Krohn MD, Lizotte AJ, Pérez CM. The interrelationship between substance use and precocious transitions to adult statuses. J Health Soc Behav 38(1):87-103, 1997[4]
[5] National Institute on Drug Abuse. Preventing Drug Abuse among Children and Adolescents: A Research-Based Guide for Parents, Educators, and Community Leaders (Second Edition) (NIH Publication No. 04-4212[A]). Rockville, MD, 2003.